Utilizan biología molecular para detectar Influenza y Zika
Investigadores del Centro de Detección Biomolecular -espacio de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) para la investigación médica y la vigilancia epidemiológica– realizan actividades de diagnóstico rápido y oportuno de problemas de salud pública en México.
Este proyecto surgió debido a la preocupación generada por la pandemia ocurrida en 2009 con la aparición del virus de Influenza AH1N1, además de otros padecimientos ocasionados por microorganismos que pueden poner en riesgo la vida de los seres humanos, como el virus del Zika.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera al Zika una emergencia sanitaria global, pues está asociado a numerosos casos de microcefalia en Brasil, sólo por la picadura de un mosquito, el animal más letal para la humanidad, asegura Lilia Cedillo Ramírez, directora del Centro de Detección Biomolecular de la BUAP.
En respuesta, los investigadores han montado técnicas de biología molecular encaminadas al diagnóstico de enfermedades infecciosas provocadas por virus y bacterias.
Solo en el último año, se han revisado 105 muestras para apolipoproteína E y 30 más para la del tipo B; 83 para la influenza AH1N1 e igual número para la AH3N2; diez muestras para Zika, diez para dengue y diez más para Chikungunya; 226 para el Virus del Papiloma Humano; ocho para bacterias asociadas a periodontitis; una para enterovirus, entre otras.
Los asesinos de la humanidad
La BUAP y el Hospital Universitario de Puebla (HUP) han vigilado la aparición de nuevas enfermedades como la Chikungunya y el Zika, que son trasmitidas por virus, además trabajan en nuevas técnicas para hacer estudios diferenciales.
Los especialistas también han dado seguimiento al virus de la Influenza AH1N1 para lograr atender a los pacientes de manera oportuna.