Relación entre obesidad y ciertos cánceres

Un grupo de científicos ha llegado a la conclusión de que hay fuertes evidencias de la existencia de una asociación entre la obesidad y algunos tipos principales de cáncer, que consisten básicamente en aquellos relacionados con los órganos digestivos y con neoplasias malignas relacionadas con las hormonas. alt

Esta conclusión es fruto de una extensa revisión de resultados de investigaciones, y se ha dado a conocer públicamente en la revista académica BMJ (British Medical Journal), editada por la British Medical Association (Asociación Médica Británica).

El cáncer es una de las causas principales de muerte de personas en todo el mundo, y la incidencia de la obesidad se ha incrementado en más del doble a lo largo de los últimos 40 años.

Diversos indicios encontrados en investigaciones anteriores apoyan la teoría de la asociación entre la obesidad y algunos cánceres, pero los resultados de algunas de esas investigaciones podrían ser erróneos o estar sesgados debido a un diseño poco robusto del estudio y a deficiencias en su puesta en práctica.

Por tanto, en un intento de determinar la calidad de las evidencias y la fortaleza de estas asociaciones entre obesidad y ciertos cánceres, el equipo internacional de Maria Kyrgiou y Kostas Tsilidis, del Imperial College de Londres en el Reino Unido, llevó a cabo una revisión detallada de numerosos estudios sobre relación entre obesidad y riesgo de desarrollar cáncer.

Después de una búsqueda en la literatura científica disponible, identificaron 204 estudios de 49 revistas académicas en los cuales se analizaron mediciones relacionadas con la obesidad, como el índice de masa corporal (IMC), el aumento de peso y la circunferencia de la cintura, así como la incidencia de 36 tipos de cáncer y sus subtipos.

En la revisión de resultados, se encontraron fuertes asociaciones de esa clase en estudios en los cuales se examinó el IMC y el riesgo de cánceres de esófago, de médula ósea y colon (en hombres), de recto (en hombres), del sistema de vías biliares, de páncreas, de endometrio (en mujeres premenopáusicas) y de riñón.

El riesgo de desarrollar cáncer por cada incremento en el IMC equivalente a 5 kilogramos más de peso corporal varió desde el 9 por ciento para el cáncer colorrectal en hombres, hasta el 56 por ciento para el cáncer del sistema de vías biliares.

El riesgo de cáncer de mama postmenopáusico entre mujeres que nunca habían seguido una terapia de reemplazo hormonal se incrementó en un 11 por ciento por cada 5 kilogramos de aumento en el peso. El riesgo de cáncer de endometrio aumentó en un 21 por ciento por cada incremento de 0,1 en la proporción cintura-cadera.

Fuente: Noticias de la Ciencia