Descubren un posible nuevo tratamiento contra el alzhéimer

La hormona precursora de la insulina, la proinsulina, ayuda a disminuir la inflamación del cerebro y, por tanto, a prevenir el deterioro cognitivo y las demencias como el alzhéimer, según un estudio realizado con ratones.

Alt

La hormona precursora de la insulina, la proinsulina, ayuda a disminuir la inflamación del cerebro y, por tanto, a prevenir el deterioro cognitivo y las demencias como el alzhéimer, según un estudio realizado con ratones.

Si bien en estudios anteriores la proinsulina ya había mostrado beneficios sobre las células neurales durante el desarrollo del sistema nervioso, y había sido catalogado como un posible agente protector en la neurodegeneración de la retina, esta es la primera vez que se descubre que, además, puede proteger frente a la inflamación cerebral y, por tanto, frente a la demencia.

La administración de proinsulina provocó la activación de vías neuroprotectoras, reduciendo la inflamación en el hipocampo del cerebro, una de las áreas más afectadas por el alzhéimer.

La proinsulina mejoró el estado de ratones con alzhéimer

Para llegar a esta conclusión, los investigadores del CSIC realizaron el experimento sobre ratones, a los que separaron en dos grupos: uno compuesto por roedores que sufrían envejecimiento precoz y alzhéimer y el otro por ratones sanos, es decir, menos propensos a envejecer. Cuando todos tenían un mes de vida, se administró proinsulina a los que sufrían envejecimiento precoz.

Pasados seis meses, se observó que las capacidad cognitiva relacionada con el desarrollo de tareas de memoria espacial y de reconocimiento eran similares en los dos grupos de animales, de manera que se descubrió que la proinsulina había mejorado el estado de los ratones enfermos. Además, también se observó que la proinsulina estimuló la activación de vías neuroprotectoras y, por tanto, redujo la inflamación en el hipocampo del cerebro, una de las áreas más afectadas por el alzhéimer.

Como ha explicado Coral Sanfeliu, investigadora del CSIC, cada vez hay mayores evidencias de que la inflamación desempeña un papel clave en el deterioro cognitivo y en los procesos neurodegenerativos, y añade que a pesar de que todavía no se han descubierto tratamientos clínicamente efectivos contra estas patologías, los resultados de esta investigación pueden contribuir al desarrollo de nuevas alternativas farmacológicas.

Fuente: Web Consultas